El Marketing Moderno Sostenible
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El marketing apareció en el siglo XX con la intensificación de la producción
que requería diferentes estrategias para lograr la ventaja sobre la competencia
debido a que el usuario tenía opciones para elegir, a partir de ese momento el
marketing se ha diferenciado en seis eras con características distintas entre
sí: La era de la producción, la era del producto, la era de la venta, la era
del marketing, la era del marketing social y la era del marketing moderno que
comienza en la década de 1990 y se sigue empleando hasta nuestros días; siendo
una combinación de las anteriores adaptada a nuestra época.
El principal cambio en la publicidad surge desde 1960 donde surgieron defensores
del marketing enfocado a las sociedades (denominada era del marketing social)
quienes están expuestas a la manipulación de las compañías que ofrecen sus bienes y servicios al mercado,
de repente se veía que las personas compraban artículos innecesarios cayendo en
el consumismo, vislumbrándose un futuro en el que el medio ambiente estaba
amenazado por basura de productos comprados masivamente y que al corto tiempo
perdían su interés o utilidad.
Bajo la perspectiva del marketing moderno debemos considerar que el
consumidor tiene muchas fuentes de información y medios para expresar su gusto
o descontento de una marca, por ello las empresas deben de evitar caer en un
riesgo reputacional debido a sus acciones, para evitarlo se utiliza el marketing sostenible que se refiere simplificadamente
al “balance de la misión de una compañía y de sus objetivos comerciales, con
las necesidades del consumidor y con la urgencia de la preservación del
ecosistema mediante productos más durables, que consuman menos energía y que se
manufacturen con materiales reciclables y no contaminantes”.
Gracias a esta crítica; el marketing cambió su enfoque para concentrarse en
tres áreas dónde satisface a la sociedad, a la empresa y al medio ambiente
tomando un equilibrio de los siguientes factores:
- La rentabilidad de la empresa, sin la cual no es económicamente viable.
- La satisfacción de las necesidades y los deseos del consumidor; sin ese requisito no existe el mercado.
- El respeto a los intereses de la sociedad para no empobrecernos como seres humanos y poner en peligro el porvenir de las generaciones futuras.
La opinión popular, las redes sociales y la publicidad boca a boca siempre preferirán
al producto de la compañía con la que se sienten identificados, aun incluso
cuando el producto sea de mayor valor. Una buena estrategia de Branding ocasionará
que las empresas socialmente responsables se posiciones en el pensamiento del
consumidor y perdure ahí por periodos prolongados de tiempo, el uso de
concursos, campañas y promociones puede ayudar a que se conozcan las buenas
intenciones que seguramente se traducirán en ventas futuras.